La tierra es un bien inmueble que nos permite seguridad jurídica de pertenencia, considerado un
negocio que te facilita la vida, dado que, al comprar un terreno, casa o
departamento, se vuelve una inversión donde puedes esperar tranquilamente a que
tu dinero crezca y con el tiempo va ganando más y más valor.
Tu bien raíz se encargará de generar dinero para ti y sin necesidad de que muevas un solo dedo hasta el momento en que decidas vender.
Es una inversión que protege tus finanzas, proteges tu dinero de la inflación y de cualquier imprevisto que puedas tener a un costo mayor de como adquiriste la propiedad.
Te proporciona seguridad y garantía prendaria en
el otorgamiento de créditos (hipotecas), donde permiten el crecimiento natural
que demanda un negocio mercantil al obtener liquidez inmediata para
nuevas inversiones de capital, mantienen plus valía en el transcurso del
tiempo conservando el poder de compra futuro, producen rentas adicionales que
van desde el 0.4% hasta el 2.0% mensual, dependiendo de sus características de
uso y aprovechamiento, permite crear bienes patrimoniales que se pueden heredar
a muchas generaciones futuras entre otras características.
En lugar de gastar tu dinero en cosas que tal vez no necesites
puedes optar en invertir a largo plazo en bienes raíces, sacándole mayor
provecho a tus ingresos
Sólo tenemos que recordar que las inversiones de
capital como en los bienes raíces, deben considerarse en el largo plazo,
generalmente de cinco años en adelante para que se cavilen en el rango de muy
redituables y dependiendo de otros factores que comento; se tiene el mal
concepto de que “invertir en bienes raíces es una mala decisión y un mal
negocio” porque se especula con los valores de las propiedades en el corto
plazo y no se toman en cuenta los plazos de tiempo para realizarlas en venta,
que oscilan de 3 a 6 meses cuando menos aunque se trate de “oportunidades”, esto
provoca la desesperación del inversionista porque no se manifiesta la rápida
recuperación en su flujo de efectivo, al pensar que va a ganar un valor
agregado en el muy corto plazo (menor de 6 meses). Y peor aún, cuando la
propiedad se adquirió en un valor mayor al de mercado conocido como
“sobreprecio”, porque en ese caso, es posible que no se venda ni en un año.
Por supuesto que existen otras opciones de inversión que son igualmente
atractivas según como se les vea, con la diferencia que hay que tomar en cuenta
el factor “riesgo”, ya que en el argot de las inversiones existe una ley que
dice: “A mayor
rentabilidad, mayor riesgo de pérdida”, así podemos hablar de
las inversiones accionarias bursátiles (que concursan en la bolsa de valores),
que se realizan en el largo plazo y pueden superar a cualquier otra opción de
las que existen en el mercado de inversiones, pero igual, nos exponemos a
perder todo nuestro capital con una mala decisión que tomemos si no conocemos a
fondo las proyecciones y tendencias propias de bursatilización.
Una buena inversión inmobiliaria es aquella que se destina a propiedades en
zonas consolidadas que ya tienen todos los servicios a su alrededor y cuentan
con acceso a las principales vialidades de la ciudad, otra opción es revisar
las áreas de la periferia, que de acuerdo al plan municipal de desarrollo
urbano se vean beneficiadas por la plus valía de esas zonas dinámicas y cuyo
precio sea justo de mercado, Se
ha comprobado que si el terreno está ubicado en una buena zona el crecimiento
la tasa de inversión puede ser entre un 12% y 20% anual.
Se
recomienda consultar a un especialista (Corredor de bolsa experto – Asesor
inmobiliario) para lograr los mejores resultados que esperamos. Ante la
incertidumbre que se vive en los mercados bursátiles, la volatilidad en la
economía mundial y con tasas de interés que se ubican en niveles
mínimos históricos, la participación en activos inmobiliarios se presenta como
la mejor opción en ésta época.