Rentar una propiedad puede parecer un proceso complicado, especialmente si es tu primera vez. Sin embargo, con la orientación adecuada y una buena planeación, puede ser una experiencia mucho más sencilla y hasta emocionante. Aquí te dejamos una guía resumida para que sepas qué esperar desde el inicio hasta la firma del contrato.
1. Define tus necesidades y prioridades
Antes de empezar la búsqueda, es fundamental tener claro qué estás buscando. Te recomendamos hacer una lista con tus requisitos básicos y deseables:
- ¿Casa o departamento?
- ¿Qué zona o colonia prefieres?
- ¿Cuál es tu presupuesto mensual?
- ¿Lo necesitas amueblado?
- ¿Cuántas recámaras y baños?
- ¿Cuántos lugares de estacionamiento?
- ¿Qué amenidades te gustaría que tuviera (alberca, gimnasio, seguridad, etc.)?
- ¿Cuánto estás dispuesto a pagar por mantenimiento?
Tener esta información te ayudará a filtrar opciones y, lo más importante, facilitará el trabajo de tu asesor inmobiliario.
2. Comparte tu lista con tu asesor
Una vez que tengas clara tu lista de requerimientos, compártela con tu asesor de confianza. Él o ella podrá ayudarte a encontrar opciones que se ajusten realmente a lo que necesitas, evitando perder tiempo en visitas que no cumplan con tus expectativas.
3. Revisa y visita opciones
Tu asesor te enviará distintas propiedades que se ajusten a tu perfil. Si alguna te interesa, agenda una visita para conocerla en persona. Las fotos y descripciones pueden dar una idea, pero nada como recorrer el espacio y asegurarte de que te ves viviendo ahí.
4. Apartado de la propiedad
Si encontraste el lugar ideal, es momento de apartarlo. Para esto, se suele pedir un pago equivalente a un mes de renta, lo cual asegura que la propiedad se bloquee para ti. También se firma una carta de intención de renta, donde puedes hacer observaciones o negociar aspectos del contrato.
5. Documentación para la póliza jurídica
La siguiente etapa es reunir y enviar la documentación necesaria para la póliza jurídica y el contrato de arrendamiento. Generalmente se solicita:
- Identificación oficial vigente
- Comprobante de domicilio
- Comprobantes de ingresos (estados de cuenta o recibos de nómina)
- Importante: tus ingresos deben ser al menos 3 veces el monto de la renta
- Obligado solidario (aval) con los mismos requisitos